bienvenido / welcome

sin patria, pero sin amo
without motherland, but without love

lunes, 15 de junio de 2009

EL PERFUME

Para mirian*

Este poema tiene su origen en la noche,
Cuando el poeta se acercó a mirian
Acabado de conocerla
Y ella le dijo “¡Qué bien hueles!”
Él le respondió “!Tú hueles mejor,
el tuyo es natural
Y lo sé poro por poro
Y no porque yo sea hombre,
Si no porque soy poeta. Te escribiré, pues,
Un poema sobre el asunto, tu olor.

Desde que te di aquellos dos besos
En la mejilla izquierda, en la derecha
Ya sé el perfume que usas
Y conozco todos tus olores naturales,
Los que Satán te dio para volverme más loco
De lo que siempre soy.
Y estoy más loco, loquísimo de tu olor
Y tu sabor poro por poro.
Tu sabor se hace de tu olor y tu nombre
En tus purgatorios y paraísos perfumados
Pero ningún perfume valdría nada sin tu esencia
Sin tus sudores laborales, eróticos o de domingos tristes.
Sé cómo huelen tus mejillas, decía
Y cada uno de tus poros y pulgadas
A lo ancho y largo de tu cuerpo
De espigas seguras y posibles espinas.
Se cómo hueles, poro a poro, en verano, en invierno
Bocarriba y de lado
Y hasta en el tan indefinible y ambiguo otoño que me gusta
Aunque sea la estación más nostálgica y tú el olor más alegre
De toda la gama de olores de los vivos,
De toda la gama de olores de los muertos,
Sé cómo hueles con ese perfume y con todos los perfumes
Si acabas de bañarte, si estás bañándote y si no te has bañado,
Si te secas con una toalla rosada o si con una amarilla
Y sé cómo hueles dos minutos o dos horas
Después de haberte secado con una toalla verde
Si saliste del gimnasio o del Planeta Rojo.
Sé cómo hueles, con ese perfume o con cualquiera
Y en cualquier poro de tu vida
Si empiezas a bailar o has bailado hace veinte días
Un Son o un Jarabe Tapatío
O el Vals sobre las olas o Danubio azul
Conmigo o con otro
En Veracruz, en Varadero
O en todo el Mediterráneo con todas sus noches
Y si escuchaste jazz hace veinte noches
Conmigo o con otro o con nadie enamorado
O la Sinfonía 40 de Mozart
Sé cómo hueles si has bailado
O si has visto bailar
Una pieza o dos piezas,
Cualquier cosa
En una pista de lujo o en una plaza municipal
Y sé cómo hueles si en ese momento estabas alegre
Y cómo, si triste
Y sé cómo hueles si abandonaste el baile en mitad de la pieza
O a los dos tercios porque pasó una golondrina
Y cómo olerías con chal
Y cómo olerías con tápalo
Y cómo olerías con mantón
Y cómo olerías si yo fuera con chaqué
Y si fuera con esmoquin,
Incluso si fuera con smoking.
Sé cómo hueles cuando comes frutas
Sean manzanas o peras o mangos.
Sé cómo hueles si preparas un cocido o una tesis.
Sé cómo hueles si hay sol o si hay sombra
O si el sol viene y se va como puedo irme yo,
Incluso como puedes irte tú.
Sé cómo hueles si la lluvia te ha empapado
La piel y el vestido
Y sé en ese caso cómo hueles
Si se te marcan los pezones y si no se te marcan
Debajo de la blusa o de mis ojos
En el bosque claro o en la playa oscura.
Sé cómo hueles si escribes una carta a tu madre
O cómo hueles si la escribes a una amiga
Que suspendió matemática
Y si suspendió geografía también sé cómo hueles.
Sé cómo hueles al acostarte de día y al acostarte de noche
Aunque cuando tú te acuestas
Cualquier hora es el instante que tú quieras que sea
Y su perfume.
Sé cómo hueles al levantarte
Y antes de asearte y después de asearte
Con una pastilla de jabón o con jabón líquido
De cualquier marca
Que siempre lleva tu marca
Como lleva para siempre una niña
La marca del primer beso de su madre
O como lleva un perro para siempre
La primera caricia de su dueño en la testa.
Y sé cómo hueles si te aseas con agua tibia o con agua fría
Que quedaría calentada por tu olor.
Sé cómo hueles si desayunas o no desayunas
Y sé cómo hueles en caso de que pienses que vas a desayunar.
Sé cómo hueles si estás en el trabajo
Y si vas en un carro o en la guagua
Y si vas en el metro y su muchedumbre.
Sé cómo hueles si en Madrid o La Habana
Dos enamorados
Que no conoces
han dejado de estar enamorados.
Sé cómo hueles si en una calle de Florencia o de San Petersburgo
Suena un martillo contra un clavo
O alguien se emociona ante un cuadro de Picasso o de Lan.
Sé como hueles si te sale bien la faena del día, si te sale mal
Y si discutes con el jefe
Y cómo hueles si discutes con el subordinado
Y sé cómo hueles si te elogian lo que has hecho
Como acabo de decidir que deba ser.
Sé como hueles si te celebran el peinado
Y el olor
O los zapatos
O la sonrisa
O su parte, los dientes.
Sé cómo hueles si juegas en el río
Con una pelota o con un osito que nade bocabajo.
Sé cómo hueles, poro a poro,
Si te entrego un poema que diga que sé cómo hueles
Si lo he escrito yo
O si lo escribió un poeta.
Sé cómo hueles
Si te baño en Christian Dior o en Champán o
En Ron Bacardí dorado, reserva superior 8 años
Que es el que me gusta
Y también 5 años.
Sé cómo hueles si te unto chocolate o almendra
O ambos
O bálsamos o inciensos.
Y lo sé de verdad y poro a poro.
Sé cómo hueles si te digo “Me gustas”
Y si piensas que te he dicho “Me gustas”
Y si yo también he pensado que te he dicho “Me gustas”
Aunque no haya tenido valor para decírtelo
Porque al cabo soy tímido y tiránico.
Sé cómo hueles si te miro a los ojos
Y si te miro a los ojos sé cómo huelen tus ojos
Y su mirada brillante y oscura.
Y cómo huelen los dedos de tus pies.
Sé cómo hueles si te toco la frente,
La mejilla izquierda,
Por la derecha el cuello,
Sé cómo hueles en el cuello si te beso la planta de los pies
Y sé cómo huele tu cuerpo si beso tu vestido
Y viceversa.
Si te hablo al oído con luna o sin luna llena,
Sé como hueles si te toco la cintura
Con una mano o con las dos
Y también si, a la vez, te besara el ombligo.
Sé como hueles si se rompe una copa con tres cuartos de vino rosado
O se cae un anciano en plena acera
De París o de Londres o cruzando el Atlántico
O a diez mil kilómetros de ti
O a diez mil uno.
Sé cómo hueles si acaricias un perro
San Bernardo
Y si acaricias un Doberman
Y si maúlla un gato Siamés
Y si ruge un tigre
Y si rujo yo como un tigre, maúllo como un gato, ladro como Dios.
Y si se dicen bonitas cosas una paloma y un palomo.
Sé cómo hueles si yo existo
Y sé hasta cómo huelo yo después que sé que existes.
Sé cómo hueles si te suelto el pelo
O si te desabrocho el primer botón de la blusa
Y también si te desabrocho el último.
Sé cómo hueles magistralmente desnuda
O cuando queda una media por quitarte.
Sé cómo hueles cuando haces el amor
Y sé cómo hueles poro a poro
Antes de tu orgasmo sísmico,
Durante tu sísmico orgasmo
Y después de tu orgasmo sísmico.
Sé cómo hueles cuando pones la cara de ese orgasmo,
Tu cara satisfecha y enamorada,
Tu cara enamorada y sosegada,
Con semen en la cejas, en los senos
O en un muslo tuyo,
En un muslo o en la pantorrilla
O incluso en tus espaldas o tus nalgas
Fantásticas
Ambas inclusive
Con ese olor tuyo
Causas de todas las erecciones
Y lo contrario,
De todos los estremecimientos, de todos
Los desvanecimientos,
Fuente de todas las caricias de todos los dedos de todas las manos de Todos los hombres.
Sé cómo hueles si yo después
Te preparo el desayuno o el baño
O te hago las maletas para ir a otro sueño.
Sé cómo hueles si al fin te leo un verso
O un titular de la primera plana
Y sé cómo hueles si te lo comento
O si no te lo comento.
Sé cómo hueles
En cualquiera de estas situaciones,
Con cualquiera de los perfumes habidos
Y por haber,
Con cualquiera de los aromas
De cualquiera de las flores y las yerbas
En cualquiera de tus poros
Y sé cómo huelen Tegucigalpa o Harare
(Ya no decir La Habana o Madrid)
Con cualquiera de tus olores
Todos capitales
Imprescindibles,
Embellecedores de la vida,
vitales y adictivos.
Pero también sé que si de pronto
te volvieras inodora, insípida,
Y cambiaras tu oficio
De romántica y muchacha
De los mil y un olores de la noche
Este mundo y su vida
Seguirían oliendo igual
Porque habrá más muchachas por ahí
Seguramente.

*Por cierto, no me acuerdo quien fue Miriam. (N. del A.)

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