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sin patria, pero sin amo
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sábado, 18 de julio de 2009

PALABRAS DE JULIO SAN FRANCISCO EN LA PRESENTACIÓN SOCIAL DEL "CLUB LECTURA DE LA CRUZ"

Estimada Mary Cruz,
Amigos y amigas,

Dios los cría y la Literatura los une, como más adelante podremos ver.

Nunca sabremos la cantidad de proyectos, buenos y malos, que han dejado de efectuarse porque nunca coincidieron y se comunicaron en una bocacalle, en un bar, en un teatro, en un estadium, las personas que hubieran podido idearlos y aplicarlos, aún cuando ambas partes hayan estado paradas o sentadas, tal vez el mismo día, en el mismo lugar, sólo a un metro de distancia, pero no se hablaron. ¡De cuántos hechos horribles nos habremos salvado! ¡Cuántas obras maravillosas nos habremos perdido! Como dice Frank Kafka en su magnífico relato sobre una araña de alambre en la escalera, aquel animal imaginario inventado por él: “Sólo pensarlo, me sobrecoge”.

El 23 de Abril de este año 2009 yo había hecho en la Casa de la Cultura, con la Concejala Mari Cruz, la tradicional lectura en España de la primera página del Ingenioso Hidalgo Caballero Don Quijote de La Macha, del gran Miguel de Cervantes y Saavedra, de mañana. De tarde había ofrecido en el Salón de Actos de dicha Casa una lectura de poemas de mi libro “Todo mi corazón y otros agravantes, poemas escritos en La Habana y Madrid”, editado en la capital española en 2002. De noche, ese mismo día, ofrecería otra lectura, pero con textos no sólo míos.

La idea no podía ser más sencilla: formar con unas cuantas mesas la Cruz de Caravaca y cubrirla con un mantel blanco para que a ella se sentara un grupo de personas a oír una lectura de poesía. Pretendía que esa lectura tuviera una connotación directamente popular porque es el pueblo el que crea la Lengua, porque es el pueblo el que se refleja en la poesía y, por tanto, a la vez, su mayor destinatario. Ya lo he dicho, si los historiadores dejan testimonio del decursar de hechos en el tiempo, los poetas dejamos testimonio de la historia de las emociones humanas, somos cronistas de las emociones. De ahí que, como siempre habrá historiadores, siempre habrá poetas. “Siempre habrá poesía”, como dijera Gustavo Adolfo Becquer. Los hechos y las emociones, la Historia y la Poesía están, pues, tan vinculadas que para comprender al máximo posible el exilio español, por ejemplo, hay que leer tratados de Historia y hay que leer a León Felipe, pero esto solamente, que ya me parecía interesante, aún no me bastaba para completar la argumentación y la conceptualización de la “Lectura de la Cruz”. Conozco las connotaciones que tiene la Cruz de Caravaca para los en general hospitalarios y afectuosos habitantes de esta ciudad, sea estrictamente religiosa o fiestera, o ambas. Era justo y necesario, entonces, que a través de la Lectura de la Cruz la Lengua y la Poesía se vincularan simbólicamente, un día, el 23 de Abril, que me parece el más adecuado, a las Fiestas de la Santísima y Vera Cruz tan importantes para Caravaca como Ciudad Santa, tan importantes para los caravaqueños religiosos, ateos y agnósticos.

Una vez que la idea estuvo meditada, madurada, conceptualizada, una vez que me pareció viable, útil y bella, pusimos manos a la obra Juanjo, Ángel Quintana, y, por supuesto, yo. La ofrecí, como algunos sabrán, en la terraza del bar El Parque, de esta localidad, en la Plaza de los Obispos. Aquella Lectura de la Cruz tuvo como propósito homenajear a Miguel de Cervantes y Saavedra y al Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (¿quién es el real?), reivindicar la grandeza de la Lengua Española, reivindicar el soneto como forma métrica insigne de la Poesía, reivindicar la conveniencia de la eticidad en la conducta del escritor y –no por último en la serie, menos importante-, rendir un homenaje a los escritores caravaqueños. A última hora hubo que aumentar el tamaño de la cruz que, de hecho, ya era grande, aunque todas las cruces son grandes. La primera “Lectura de la Cruz” estaba consumada, con culpables, testigos y, al parecer, Jurado y Juicio. El videasta Ángel Quintana la filmó y se ha difundido destacadamente en las más importantes páginas web de todo el mundo.

Caravaca de La Cruz es un pequeño paraíso aquí en la Tierra. En su multisecular existir ha acumulado un valioso y reconocido acervo cultural. Posee importantes intelectuales con importantes obras. Es, en fin, un sitio con Historia, con Cultura y abundante en seres maravillosos. Merece –pienso- todo tipo de buenas iniciativas y consagrados esfuerzos.

De los encuentros que nunca ocurrieron y que mencioné al principio lógicamente no puedo hablar, pero sí puedo hablar de uno que sí ocurrió y que es el que nos tiene hoy aquí. Fue entre el joven intelectual caravaqueño Diego Antonio Sánchez Robles y quien les habla. Nos encontramos una mañana (acaso una tarde o una noche) en un estadium, un teatro, un bar o una bocacalle. Él, con un pequeño grupo de amigos, quería crear una (llamémosle provisionalmente) “entidad/tertulia” que reuniera a personas intelectualmente, afectuosamente, afines y se constituyera en un entorno de investigación, de aprendizaje, de entretenimiento, para el presente, el bienestar y el futuro, esos tres tiempos sustanciales.

Estuvimos hablando largo rato, probablemente nos hayamos tomado un vino (mientras se toma un buen vino pueden surgir muchas cosas, muchas) y surgió el Club Lectura de la Cruz, del cual no hablaré casi nada porque es de ellos, les corresponde hablar a ellos y hablarán ellos. Sólo diré que lo han creado para sistematizar la “Lectura de la Cruz” con lo cual, también en mi opinión, se le añadirá a la ciudad y a la Literatura aquí otro interesante signo de identidad, una peculiaridad sin precedentes en la Historia de la Literatura y, por tanto, una marca nacional e internacional del quehacer de la localidad en el campo de las Letras que beneficiaría a los escritores y los lectores caravaqueños, al pueblo caravaqueño, a Caravaca por la palanca de promoción en que pudiera convertirse al punto de que hasta importantes escritores no caravaqueños lleguen a anhelar ofrecer una “Lectura de la Cruz” cada 23 de Abril. Uno de ellos, no diré si Diego, Jesús o Pablo, dará la segunda “Lectura de la Cruz”, el 23 de Abril de 2010, ya en pleno apogeo del Año Jubilar.

El otro objetivo del “Club Lectura de la Cruz” es realizar y apoyar actividades literarias de toda índole con el propósito de incentivar y desarrollar la creación literaria caravaqueña como medio fundamental para el enriquecimiento espiritual individual y, consiguientemente, el bienestar colectivo.

En este mismo sentido intercambiamos y continuaremos intercambiando opiniones Mari Cruz, Juan Antonio Piqueras y yo para lograr que la Feria del Libro 2010 tenga mayor perfil institucional, sea tal vez más corta, pero más brillante, provechosa y mediática, cuente con una mayor promoción preliminar, con una destacada apertura y clausura, con escritores españoles, especialmente caravaqueños, que firmen libros en la una y en la otra, oferte tantos de los libros escritos sobre Caravaca y, desde luego, posea mayor cobertura de la prensa local, regional y, de ser posible, nacional. Pase a convertirse en una importante Feria del Libro de Murcia y de España. Estamos trabajando para el próximo Año Jubilar 2010, y para el infinito, y lo lograremos. Sí queremos y sí podemos.

Me permitiré lanzar –sin ánimo de que se tomen como proposiciones definitivas- algunas ideal al respecto. Creo que deberían articularse el 23 de Abril, la Feria del Libro y la Lectura de la Cruz. Pienso que ese día debe celebrarse en horas de la mañana el Acto Central en la Casa de la Cultura, al medio día debe inaugurarse la Feria y por la noche debe realizarse la Lectura de la Cruz. Durante todos esos días deben efectuarse homenajes, lecturas, dramatizaciones, talleres literarios, debates de escritura, edición, lectura y Nuevas Tecnologías y darse a conocer el resultado de un concurso literario.

Todo esto requiere un presupuesto, pero mi experiencia en el ejercicio de la vida, el periodismo y, a veces, la política, me dice que los presupuestos se logran finalmente si la actividad u obra que se pretende emprender aporta prestigio o dinero, o ambos, y es de utilidad pública. Todo esto puede aportar todos estos bienes y, además, uso sano y culto del tiempo libre, sobre todo el de los jóvenes. O sea, aporta riqueza cultural y atracción turística. Sería importante y se difundiría. No podemos olvidar que lo que no existe en la prensa no existe. Ese es un viejo lema de mi profesión, aunque estoy hablando, además, desde mi experiencia acumulada como promotor cultural, como miembro de comités organizadores de ferias del libro, como miembro de jurado de concursos literarios, como aquel joven que en 1979 -30 años atrás era un Diego, un Jesús, un Pablo- y fue presidente de la Asociación de Jóvenes Escritores y Artistas Hermanos Sainz, en una isla de Cuba que se llama Isla de Pinos, e, incluso, como escritor, como lector, como vendedor de libros, como alguien que con los libros ha hecho de todo, y, sobre todo, disfrutarlos y, por tanto, llegar a comprender cuán útiles pueden ser y cuánto pueden decidir la vida de un ser humano, especialmente si el primero que se lee se lee a temprana edad y es un libro de los que llamo marcador de caminos, como el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, pero un ser humano no se hace con un libro, se hace con muchos libros y con mucha vida. De ahí la importancia de crear libros, de crear no hábito, sino necesidad de lecturas. De ahí la importancia del nacimiento del Club Lectura de la Cruz en Caravaca de la Cruz que llega para llenar un llano

La Junta Colegiada del Club Lectura de la Cruz es consciente de todo esto. Está integrada jóvenes estudiosos, rigurosos, inquietos y bien orientados intelectualmente, por Diego, por Jesús, por Pablo. Son jóvenes talentosos, emprendedores. Tienen, en mi opinión, lo necesario para que un proyecto se convierta en hecho y, de hecho, en éxito: sentido común, capacidad, ambición, disciplina, ilusión. Tienen ya, pues, el 50 por ciento de los valores necesarios. Espero y deseo que también cuenten con ese valor añadido que se llama “Suerte” y que muchas veces decide que una buena empresa salga o no adelante. Tengo la esperanza –soy un hombre de empedernida esperanza- de que la vocación por la Literatura y el Bien Común los mantenga unidos y de que dentro de 50 años estos hoy jóvenes, Diego, Jesús y Pablo, puedan celebrar y celebren el medio siglo del Club Lectura de la Cruz.

Podemos estar asistiendo hoy, de forma tan natural como sencilla, al nacimiento de un grupo literario del cual salgan grandes escritores caravaqueños, orgullo de esta ciudad, de Murcia y de España en el futuro, aunque tal vez todos no nos percatemos de esto. Así sucede a veces con lo emblemático.

Muchas gracias

Caravaca de la Cruz, Casa de la Cruz, Lunes 13 de Julio, 2009, 17:00 horas

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